La gente cree todo tipo de cosas sobre lo que ocurre cuando morimos. Una de ellas es que las personas se convierten en ángeles. Otra es que nos convertimos en flores en el jardín de Dios. ¿Pero son estas cosas verdaderas? Puede que algunos lo crean de verdad. Otros pueden estar aferrándose a una idea agradable mientras lidian con su dolor.

Vamos a profundizar en el tema de los ángeles. ¿Nos convertimos en ángeles cuando morimos o no? ¿Cómo lo sabemos? ¿De dónde sacaría alguien la idea en primer lugar?

¿Nos convertimos en ángeles al morir?

No. No nos convertimos en ángeles cuando morimos. Los humanos son una clase de creación de Dios, y los ángeles son otra. Decir que nos convertimos en ángeles es decir que dejamos de ser humanos.

¿Qué dice la Biblia sobre la humanidad y los ángeles?

Creación

El Salmo 8:5 dice: «Los has hecho [a los seres humanos] un poco más bajos que los ángeles y los has coronado de gloria y honor.» (Énfasis explicativo añadido).

Dios separa a los humanos de los ángeles en lo que fueron creados para ser.

Otro versículo que hay que mirar es 1 Corintios 6:3. Aquí Pablo está explicando a la gente de Corinto cómo la gente juzgará a los ángeles. No podemos hacer lo que Pablo está diciendo si dejamos de ser humanos y nos transformamos en un ángel.

Génesis 1:25 nos recuerda que Dios creó todo según su propia especie. Hay diferentes clases de ángeles (Serafines, Querubines, Arcángeles, etc.), pero todos son ángeles. Hay diferentes razas de personas, pero todas son personas.

Salvación

Y luego está el tema de la salvación en sí. Encontramos muchos versículos que revelan cómo Dios planeó la redención y la salvación de la humanidad desde la fundación del mundo.

Por ejemplo: 2 Tesalonicenses 2:13 donde dice que desde el principio fuimos elegidos para la salvación. Y Efesios 1:4-5 donde dice que Dios nos eligió antes de la creación, nos predestinó para la adopción. No hay versículos en la Biblia que sugieran que los ángeles tienen alguna parte en la salvación, aparte de alegrarse por nuestra salvación (Lucas 15:10) y desear con adoración saber más (1 Pedro 1:12).

¿Cuál es el origen de esta idea?

Tal vez sea un malentendido de algo que dijo Jesús.

Lucas y Mateo registraron a Jesús hablando sobre el matrimonio con los saduceos. Lo estaban desafiando como siempre; tratando de ponerle la zancadilla y validarse a sí mismos. Esta vez era una pregunta sobre la resurrección (en la que no creían).

Los saduceos empezaron por exponer la ley de Moisés, respecto a cómo un hombre debe obtener un heredero si muere sin hijos. La historia que inventaron era la de una mujer que estaba casada, y su marido murió dejándola sin hijos. La ley judía decía que el hermano del muerto debía casarse con la viuda y darle a su hermano un heredero. En su historia, dijeron que todos los hermanos, uno por uno, se casaron con ella y murieron sin dejar un heredero. Entonces preguntaron cuál de los hermanos sería su marido en la resurrección.

Jesús les dijo que no sabían de qué estaban hablando. Que, en la resurrección seríamos como los ángeles y no nos casaríamos ni moriríamos.

«Jesús replicó: ‘Estáis en un error porque no conocéis las Escrituras ni el poder de Dios. En la resurrección la gente no se casará ni se dará en matrimonio; será como los ángeles del cielo'» (Mateo 22:29-30).

Jesús dijo como los ángeles, no convertirse en un ángel.

Lo que serán los creyentes: herederos con Cristo

En Gálatas 4:7 y Romanos 8:17 la Biblia nos dice que nosotros, los creyentes, somos herederos con Cristo. Los ángeles no lo son. No nos convertimos en ángeles cuando morimos.

Estamos por encima de ellos en la creación y el destino. La Biblia nos llama reales y dice que somos hechos reyes y sacerdotes. Los ángeles son espíritus ministradores enviados a ministrarnos. Se nos ha proporcionado la unidad con Dios. La Biblia nos dice que seremos como Él (1 Juan 3:2) y con Él (2 Corintios 5:8).