Hay mucho conocimiento sobre el evangelista Billy Graham, considerado uno de los predicadores más destacados de todos los tiempos. Sin embargo, detrás de los escenarios y lejos de las multitudes, estaba su esposa, quien como esposa del evangelista más influyente de ese momento, tuvo que hacer muchos sacrificios como esposa y madre. Para Ruth Bell, no fue fácil estar casada con uno de los ministros más famosos del país. Pasó gran parte de su vida despidiéndose de su amado esposo, ya que la apretada agenda de Billy Graham como evangelista a menudo lo mantenía alejado de ella y de los niños durante meses.
Sin embargo, Ruth podía entender el llamado que su esposo sentía a predicar el evangelio por todo el mundo. Precisamente lo que la llevó a enamorarse de su esposo fue su devoción hacia Cristo. «Una mañana escuché a Billy orar y supe que era un hombre que sabía cómo orar. Esas dos cualidades, su compromiso con Cristo y su sinceridad y valentía en la oración, fueron lo que me impresionaron», declaró Ruth en una entrevista de 2002.
Con el paso de los años, cuando Billy Graham tenía muchas ocupaciones en el Ministerio, Ruth se tomó muy en serio su papel de esposa. Ella seguía regularmente a su esposo hasta el estudio del segundo piso de su casa e insistía en que comiera o bebiera algo. No le gustaba que se saltara las comidas para ir al trabajo. Además de ser madre, llamaba a sus hijos, los cuidaba y jugaba con ellos, además de ayudarles a entender cosas de la palabra de Dios.
En una ocasión, Ruth dijo algo que hoy día muchas mujeres feministas rechazarían: «Algunas mujeres se sienten frustradas si no pueden tener una carrera, pero yo no. Francamente, lo siento por aquellos que deben salir a trabajar, porque ser madre es la vida más maravillosa del mundo», afirmó la señora Graham.
Billy Graham llamó a su esposa «la mejor cristiana que he conocido». Después de su muerte a los 87 años el 14 de junio de 2007, ella fue la única en quien confié completamente. Fue una gran estudiosa de la palabra de Dios y su vida estuvo regida por la Biblia más que cualquier otra persona que haya conocido. Su propio esposo dio testimonio de cómo Ruth Bell entregó su corazón a Cristo y a su familia por la causa del Evangelio.
Su legado sigue hoy, pues junto a su esposo criaron cinco hijos, algunos de los cuales dirigen fundaciones y ministerios de gran alcance para llevar el evangelio y ayudar a millones de personas.
Este artículo fue adaptado del canal de YouTube CristianosAlDia_.