¡Hola amigos de Cristianos al Día! Hoy quiero hablarles sobre un tema que ha generado mucha controversia en los últimos días: lo que sucedió con Will Smith en los premios Oscar. Aunque pareciera que este tema ya ha sido superado, recientemente Denzel Washington hizo unas declaraciones que han vuelto a ponerlo en el centro de atención.
En un video improvisado, Will Smith mencionó que cuando recibió su premio y dio una excusa por su mala actuación, recordó las palabras de Denzel Washington, quien le dijo que «cuando estás en tu mejor momento, es cuando el enemigo viene por ti». Estas palabras de Denzel han generado mucha reflexión y me gustaría compartir algunas ideas al respecto.
Es común que algunas personas atribuyan sus malas acciones a factores externos, como el diablo o las circunstancias. En algunos círculos evangélicos, por ejemplo, solíamos culpar al diablo por todo lo malo que nos sucedía. Si se iba la luz en nuestra casa, era culpa del diablo. Si nos levantábamos sin ánimo, era culpa del diablo. Si abríamos la nevera y no había agua, también era culpa del diablo. Siempre buscábamos a quién culpar por nuestras frustraciones y malas decisiones.
Sin embargo, Jesús nos enseña que el origen del mal está en nuestro propio corazón. En la Biblia, Jesús dice que del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. Es decir, nuestras malas acciones provienen de nuestros propios deseos pecaminosos.
La Biblia también nos dice que cuando somos tentados, no debemos culpar a Dios, ya que Él no puede ser tentado ni tienta a nadie. Más bien, cada uno es tentado cuando es atraído y seducido por sus propios deseos. Esto nos revela que las tentaciones provienen de nuestros malos deseos internos.
Por lo tanto, aunque Denzel Washington haya mencionado que el enemigo aprovecha momentos importantes de nuestras vidas para tentarnos, no podemos culpar únicamente a Satanás. Nuestras malas acciones son principalmente resultado de nuestros propios deseos egoístas, nuestro orgullo y nuestra arrogancia.
Es importante entender que necesitamos una transformación en nuestro corazón a través del evangelio. No es solo Will Smith quien necesita este cambio, sino todos nosotros. Nuestras malas acciones no son culpa de otros, sino de nuestro propio corazón pecaminoso.
Espero que estas reflexiones les hayan sido útiles. Los invito a darle like a este artículo y a suscribirse a nuestro canal de YouTube, donde siempre estamos compartiendo contenido relevante para todos ustedes.
Referencia: Este artículo fue adaptado del canal de YouTube de Cristianos al Día. Pueden encontrar el video original en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/@CristianosAlDia_