¿Qué pienso yo de John MacArthur y su ministerio? Aún luego de toda la información, discusiones y debates que ha generado lo que está sucediendo en su iglesia, es importante compartir mi perspectiva. Ya he publicado un video al respecto en el que detallo mi opinión, por lo que no entraré en muchos detalles nuevamente. Les recomendaría ver el video que hice para obtener más información.
Sin embargo, he observado tantos comentarios de personas que apoyan ciegamente a MacArthur, lo cual no es fácil para mí. Recientemente, alguien vinculado a la iglesia de MacArthur me escribió, expresando su ofensa por el video que realicé. Incluso he visto a youtubers respaldando el comunicado emitido por la iglesia de MacArthur, afirmando que era bíblico y sabio. En mi opinión, el comunicado no dice absolutamente nada, más bien afirma que la iglesia no dará ninguna explicación. Personalmente, no veo nada de sabiduría o base bíblica en ese comunicado.
Espero que se respete mi opinión, ya que difiere de la forma en que otros lo ven. Sin embargo, no quiero detenerme ahí. Es importante entender que se le está pidiendo a MacArthur y a su iglesia una explicación detallada sobre los casos que han surgido. No tengo motivos para dudar de que la iglesia cuenta con buen asesoramiento, pero lamentablemente se les está solicitando información sobre casos en los que mujeres fueron forzadas a vivir con sus esposos abusadores. No entraré en más detalles al respecto.
Quiero hablar sobre lo que opino de John MacArthur. Si observan la foto que acompaña este artículo, verán a un joven que soy yo, probablemente tenía unos 18 o 19 años en ese momento. Han pasado muchos años desde esa foto. Estoy en lo que era mi iglesia en ese momento, sentado en un banco de madera y posando con un libro de John MacArthur que estaba leyendo en ese entonces. Debo mencionar que el libro ni siquiera era mío, me lo prestó un amigo llamado Sandy. Disfrutaba mucho leer ese libro, ya que me ayudó a comprender mejor algunas cosas del Evangelio que no me habían explicado correctamente en mi iglesia anterior.
Aunque en la actualidad no comparto muchas cosas de la iglesia en la que estaba en ese momento, debo dar gracias a Dios por el pastor de esa iglesia, un hombre de Dios que me enseñó mucho. Aunque hoy en día podemos tener diferencias teológicas, reconozco que Dios utilizó a ese pastor en mi vida. Sin embargo, después de leer un libro de MacArthur, descubrí sus prédicas en YouTube, las cuales veía en mi habitación cuando estaba soltero. Incluso compré la «Biblia de estudio MacArthur». Recuerdo sentirme emocionado, como un niño con un juguete nuevo, al tener esa Biblia en mis manos.
Con el tiempo, fui madurando en mi comprensión de la Palabra de Dios, y aunque sigo teniendo mucho que aprender, me di cuenta de que ya no estaba de acuerdo con todo lo que MacArthur enseñaba. Simplemente decidí seguir otros caminos y autores. Sin embargo, en mis plataformas continué compartiendo muchos de los videos de MacArthur, que se volvieron virales. Consideraba a MacArthur un hombre de Dios y su enseñanza impactó positivamente a millones de pastores.
Quiero dejar claro que agradezco a Dios por cómo ha utilizado a MacArthur para proclamar el Evangelio y enseñar la Biblia, y cómo ha impactado positivamente la vida de muchas personas, incluyéndome a mí. Sin embargo, eso no me impide reconocer que los hombres de Dios, como MacArthur, también pueden fallar y cometer errores en temas bíblicos. Es importante tener madurez espiritual para reconocer esas fallas y diferencias. Sigo creyendo que MacArthur es un hombre de Dios y continúo orando por él.
Es fundamental entender que incluso la Biblia está llena de casos de hombres de Dios que fueron excelentes, pero también fallaron y se equivocaron. Dios permitió que esos casos quedaran expuestos en la Biblia como una lección para nosotros. Debemos tener nuestros ojos puestos en Jesús, quien nunca se equivoca y es perfecto. Él es nuestra esperanza.
La iglesia de Dios puede verse afectada en su imagen y credibilidad cuando los hombres de Dios cometen errores. Esto es inevitable, especialmente en esta era de las redes sociales. Sin embargo, la iglesia también se fortalece cuando los hombres de Dios se humillan, reconocen sus faltas y aceptan las consecuencias o disciplina que sean necesarias. Lo más importante es que sigamos siendo hermanos, a pesar de nuestras diferencias y fallas.
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Referencia: Este artículo se basa en el contenido del canal de YouTube de Cristianos al Día.