Bienvenidos amigos de Cristianos al Día, soy Esaú Mejía y aquí estoy de nuevo con un nuevo análisis y nuevos comentarios sobre temas que pueden interesarles a ustedes que nos siguen en este espacio.

Hoy quiero hablarles sobre algo que ha estado sucediendo en Estados Unidos y que nunca antes se había visto. Para aquellos que no lo saben, en Estados Unidos existe una ley que proclama el Día Nacional de Oración. ¿Cuál es el fin de esta ley? Los presidentes están obligados por ley a proclamar un día nacional de oración con el fin de que Estados Unidos, que se fundó en valores cristianos, el pueblo estadounidense pueda invocar a Dios en oración.

Pero, ¿qué ha hecho Biden en su proclamación del Día Nacional de Oración? Ha eliminado el nombre de Dios de la proclamación. Esto es algo increíble, ya que precisamente la proclamación se hace para recordarle a la nación que debe tener a Dios presente. En lugar de mencionar al Dios verdadero, Biden menciona las diferentes religiones y elementos de su agenda política.

Además, se olvida de mencionar a Dios en la proclamación, pero no se olvida de mencionar el cambio climático, algo que no tiene nada que ver con el tema. Es evidente que Biden no solo elimina el nombre de Dios de esta proclamación, sino que también intenta que cualquier religión, sin importar el Dios que adore, se sienta identificada en una ley que fue exclusivamente para mencionar y destacar al Dios verdadero.

Por otro lado, si observamos la proclamación de Trump, podemos ver cómo el nombre de Dios se menciona en todos lados. Trump no tenía miedo de mencionar a Dios y asegurarse de que los estadounidenses entendieran que la proclamación de oración era para meditar en Dios.

Esto me hace pensar en ese pasaje de Jueces que dice: «Se levantó una generación que no conocía a Dios». Si un presidente como Biden, con su agenda, gobernara durante 40 años, ¿qué pasaría? ¿Se repetiría esa generación que no conoce a Dios? Afortunadamente, todavía existe la iglesia de Cristo en Estados Unidos, que debe ponerse firme en la proclamación del evangelio verdadero.

En conclusión, es preocupante ver cómo el líder de una nación como Estados Unidos elimina el nombre de Dios de una proclamación que fue creada para invocarlo. Es importante que como cristianos estemos atentos y firmes en nuestra fe, proclamando el evangelio verdadero en medio de una sociedad que parece olvidarse de Dios.

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