Vidal expresó sin temor y con gran honestidad cuál es el riesgo de la llamada industria cristiana. No es un secreto que la música cristiana contemporánea se ha convertido en una industria donde la esencia del evangelio ha sido reemplazada por la ambición de éxito y reconocimiento. Cantantes reconocidos, que comenzaron humildemente proclamando el evangelio con sus canciones, han abrazado las fórmulas de la industria musical, donde lo importante ya no es transmitir un mensaje de vida, sino crear música que funcione para generar éxito y dinero.
Por esta razón, queremos compartir la contundente respuesta del cantante Marcos Vidal sobre la llamada industria de la música cristiana. El cantante comienza señalando los peligros de esta industria y su opinión al respecto.
¿Qué opinión le merece a Marcos Vidal la industria cristiana de hoy, de la cual formamos parte?
Sí, sí, sí, opino que, como adjetivo, es horrible y es susceptible de corromperse. Los problemas son tremendos. ¿Cuáles son esos problemas o peligros a los que la gente que formamos parte de la industria podemos caer? Deberíamos tener cuidado, eso es lo más importante. Yo creo que podemos convertirnos en una industria que al final es simplemente una maquinaria para abastecer la demanda de una serie de personas que quieren un producto. Entonces, al final, hay que hacer un estudio de mercado para ver qué quieren y producir lo que quieren para generar dinero. Al mismo tiempo, es una industria que se nutre constantemente, es una pescadilla que se muerde la cola. Ya no hay lugar para que Dios diga nada, no hay lugar para introducir el evangelio o mensajes de verdad. Antes de que se revele la voluntad de Dios, ¿cómo metes eso en una rueda cerrada que tiene que continuar produciendo? Ese es el peligro al que podemos caer, en lugar de perder de vista totalmente la gran comisión.
Marcos Vidal ofreció esta respuesta en una entrevista con el también cantante Álex Sampedro en su podcast «Las Prestandas». En la entrevista, también se abordó el tema de cuando los cantantes o predicadores llegan a creerse una especie de ungidos intocables que terminan perdiendo contacto con los demás.
El aislamiento como el ungido vital, me parece absolutamente terrible y dañino para la iglesia. El siervo de Dios no es intocable y debe estar en contacto con los demás. No debe aislarse y creerse superior. Damos gracias a Dios por esta forma de pensar que tiene el cantante Marcos Vidal.
Nuestro deseo al compartir este extracto es que otros puedan ser motivados a buscar y recuperar la esencia del evangelio dentro de la música cristiana. Te invitamos a suscribirte a nuestro canal y dejarnos un like si el contenido te ha gustado.
Este artículo fue extraído del canal de YouTube Cristianos al Día.