¡Hola amigos de Cristianos al Día! Un pastor de la iglesia Cover y Chapu en San Antonio, Texas, ha asumido la responsabilidad por el contagio de al menos 51 miembros de su iglesia, incluyendo a él y a su esposa. La iglesia había estado realizando servicios presenciales desde mayo, después de que se permitiera la apertura de las iglesias. Sin embargo, hace más de una semana se informó en los medios que más de 50 de sus miembros dieron positivo por COVID-19. El 19 de junio, el pastor John Harvard y su esposa también resultaron contagiados y reconoció que debió haber prohibido a los miembros abrazarse dentro de la iglesia, un acto que él mismo permitió y alentó.
En este artículo, podemos observar un servicio en vivo del 21 de junio, donde las personas no cumplen con el distanciamiento social y no usan mascarillas. El pastor dijo a un medio de noticias local que acepta toda la responsabilidad como líder de la iglesia y agregó que cumplieron todas las reglas de acuerdo a la ley estatal. Sin embargo, asegura que si pudiera volver atrás, haría las cosas de manera muy diferente. Una de las cosas que haría diferente es que les hubiera dicho a sus miembros que no se abrazaran. En un video del mes de mayo, el pastor alentó a sus miembros a abrazarse, pero ahora reconoce que fue un error.
El pastor declaró oficialmente la iglesia libre de abrazarse, pero lamentablemente muchos de los miembros fueron afectados por el COVID-19. La mayoría ha presentado síntomas leves, pero uno de los afectados tuvo que ser hospitalizado y sometido a ventilación. Después de detectar los contagios, la iglesia fue cerrada inmediatamente y todos sus miembros fueron sometidos a cuarentena. Planean reabrir el domingo 12 de julio, pero con un estricto protocolo para evitar la propagación del COVID-19. Realizarán un solo servicio en lugar de tres y todos deberán usar mascarillas y mantener un estricto distanciamiento social. Aquellos que no quieran usar mascarillas deberán quedarse en casa y disfrutar del servicio en línea.
En las últimas semanas, los casos positivos de COVID-19 en el estado de Texas han aumentado significativamente, con más de 200,000 casos confirmados y un mayor número de hospitalizaciones. Por esta razón, el gobernador Greg Abbott ha ordenado el uso obligatorio de mascarillas en espacios públicos. Las iglesias son consideradas lugares de alto riesgo para el contagio del COVID-19 si no se toman las medidas adecuadas. Estudios recientes han demostrado que el virus puede permanecer suspendido en el aire durante varias horas en espacios interiores con poca ventilación, como ocurre en las iglesias. Las partículas del virus pueden propagarse a través de gotas diminutas o en forma de aerosol, incluso cuando una persona asintomática exhala, habla o canta.
Recientemente, se ha prohibido a las iglesias del estado de California cantar durante los servicios para evitar el contagio a través de aerosoles. Es importante tomar en cuenta estas medidas para proteger a los miembros de la iglesia y evitar la propagación del virus.
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