Durante el primer semestre de mi primer año en la universidad, tuve que asistir a un curso de ciencias naturales. Durante una clase, el profesor pidió a los alumnos que se midieran la nariz. Aunque no recuerdo el objetivo de este extraño ejercicio, que podría haber sido la comprensión de términos como «media», «modo» y «promedio», sí recuerdo que yo era el orgulloso poseedor de la nariz más corta de la clase.
‘Largo de narices’ en la Biblia
Aunque no he pensado en ese incidente desde hace muchos años, el recuerdo regresó una vez que comencé a estudiar el significado bíblico del modismo hebreo para la paciencia, que también puede traducirse como «longanimidad» o «lento para la ira.» La frase es ‘erek ‘appayim, que se traduce literalmente como «largo de narices.» Armado con esa información, ahora te das cuenta de que Éxodo 34:6 podría traducirse así:
«¡Yahvé! ¡El Señor!
¡El Dios de la compasión y la misericordia!
Estoy lleno de nariz
y lleno de amor indefectible y fidelidad.» (Éxodo 34:6)
«El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y abundante en misericordia.» (Salmo 103:8)
«El Señor no tarda en cumplir su promesa, como algunos consideran que tarda, sino que es paciente con vosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos lleguen al arrepentimiento.» (2 Pedro 3:9)
Significado del hebreo frente al inglés
En inglés, tener la nariz larga significa que tienes el hábito de mentir, pero en hebreo significa que tienes el hábito de ser paciente. Aunque la naturaleza de Dios es ser paciente, puede ser provocado. Considere el Salmo 18:7, que describe la ira de Dios, diciendo: «Humo derramado de sus narices.» El salmista evoca la imagen de las fosas nasales abiertas y la nariz roja de ira. Como Dios es lento para la ira, su nariz tarda mucho tiempo en enrojecer.
Según los Proverbios, tener la nariz larga se asocia con la sabiduría y el gran entendimiento. Por el contrario, los que tienen qebar ‘appayim, una nariz corta, están de mal humor y son impacientes. Son exaltados y tontos.
La próxima vez que sientas que tu cara se pone escarlata o que tu nariz se vuelve roja, recuerda la frase «largo de narices.» Permítase disfrutar del humor de esa imagen. Puede evitar que te impacientes y hagas alguna tontería. Recuerda que la frustración, la irritación, el enfado y la ira no son las opciones por defecto de Dios. La paciencia sí lo es. Cuando te mira a ti y a los demás, su corazón está lleno de tanto amor y fidelidad que siempre está ‘erek ‘appayim.