Muchos seguidores del cristianismo en todo el mundo han mostrado simpatía hacia el presidente ruso Vladimir Putin. Esto se debe a las acciones que Putin ha llevado a cabo en Rusia para promover ciertos valores cristianos. Por ejemplo, propuso que la constitución de Rusia mencionara explícitamente el nombre de Dios y estableciera que el matrimonio solo puede ser entre un hombre y una mujer. Además, el presidente ruso participaba frecuentemente en ceremonias y eventos religiosos para expresar públicamente su creencia en Cristo. Un ejemplo de esto fue cuando permitió ser grabado mientras celebraba una importante tradición cristiana ortodoxa: sumergirse en agua helada y hacer la señal de la cruz para conmemorar el bautismo de Cristo en el río Jordán.
Al expresar públicamente su fe en Dios y presentarse como un cristiano activo, Vladimir Putin se convirtió en una especie de héroe nacional y ganó la simpatía de muchos cristianos fuera de Rusia. Es importante recordar que durante la época de la Unión Soviética, Rusia persiguió la religión y promovió el ateísmo. Sin embargo, en la Rusia moderna bajo el mandato de Putin, las cosas han cambiado. La Iglesia Ortodoxa Rusa no solo es una fuerza espiritual, sino también un poder político en el país. Curiosamente, Putin trabajó para la KGB en tiempos soviéticos, una organización que intentó suprimir la religión y perseguir a los creyentes. Sin embargo, hoy en día, Putin se declara abiertamente miembro de la Iglesia Ortodoxa.
Con la ayuda de Putin, la Iglesia Ortodoxa Rusa ha ganado mucho crecimiento e influencia. Más del 70% de los habitantes de Rusia se consideran ortodoxos. La iglesia ha presionado para evitar que la ideología de género prospere en el país. Sin embargo, a pesar de que Putin ha ganado la simpatía de muchos evangélicos en todo el mundo por promover creencias cristianas, la realidad no es tan romántica como parece.
La gran influencia que ha ganado la Iglesia Ortodoxa Rusa con el apoyo de Putin ha representado una amenaza para otros grupos religiosos considerados no ortodoxos. Según el medio protestante digital, la Alianza Evangélica Mundial ha publicado un documento en el que se analiza la deriva política de Rusia en relación con su acercamiento a la Iglesia Ortodoxa y la discriminación progresiva hacia los grupos cristianos no tradicionales, como los evangélicos.
En resumen, aunque Putin ha sido elogiado por su apoyo a la religión cristiana, especialmente a la Iglesia Ortodoxa Rusa, también ha generado preocupación por la discriminación hacia otros grupos religiosos en el país.
Referencia: Este artículo fue adaptado del canal de YouTube Cristianos al Día.