¡Descubre la impactante verdad oculta sobre la Virgen María que la Iglesia Católica no quiere que sepas!

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Presten mucha atención porque a continuación conocerán las falsedades más graves que enseña la Iglesia Católica sobre María. La primera gran mentira es el dogma católico de la Inmaculada Concepción. Según la Iglesia Católica, María fue concebida libre de toda mancha de pecado, es decir, nació sin el pecado original. El principal problema de esto es que, si este dogma fuera verdad, entonces la Biblia se contradice, ya que establece que todos los seres humanos son pecadores. Las escrituras son claras en afirmar que solo Jesús estuvo libre de pecado. De hecho, otro gran problema con este dogma es que, si María no tenía pecado, entonces no tenía necesidad de un Redentor. Más bien, María pudo haber ocupado el lugar del redentor de la humanidad.

Precisamente aquí viene la segunda gran mentira que enseña la Iglesia Católica. Las doctrinas fundamentales del catolicismo romano le otorgan a María los títulos de abogada y corredentora. En otras palabras, ella colabora para que sea posible la salvación de los pecadores. Incluso, el catolicismo romano argumenta que cuando María llevó a Jesús en su vientre, estaba cooperando con Dios en el plan de salvar a la humanidad. También sustenta que cuando María estuvo cerca de Jesús en la cruz, estaba desempeñando un papel fundamental en la salvación de la humanidad. Otra forma en que la Iglesia Católica presenta a María como redentora es refiriéndose a ella como la segunda Eva. Para el catolicismo, esto significa que así como la desobediencia de una mujer destruyó al mundo, así también la obediencia de otra mujer trajo redención al mundo. Hay un paralelo entre la mujer de destrucción y la mujer de redención, la madre del pecado y la madre de la santidad. Esto atribuye un rol representativo a María, es decir, María representa a la humanidad tal como es.

Es importante entender que en ninguna parte de la Biblia se le otorga a María un rol de corredentora. Solo Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres. Por último, y este punto es muy importante, la Iglesia Católica eleva a María a un nivel igual o mayor que Cristo. Esto se puede notar cuando esa organización enseña que ambos fueron concebidos sin pecado y vivieron vidas sin pecado. Y ambos son nuestros defensores. Proclaman que Jesús es la fuente de la gracia, mientras que María es el canal de toda gracia. Jesús es el mediador, María es la mediadora. Jesús ascendió a la gloria, el cuerpo de María fue asumido en gloria. Jesús es el rey del cielo, María es la reina del cielo. Jesús es el Príncipe de paz y María es la reina de la paz.

Finalmente, debemos decir que los cristianos no estamos en contra de María, al contrario, reconocemos que fue una gran sierva de Dios que rindió su voluntad y todo su ser para obedecer la voluntad de Dios. En ese sentido, podemos admirar a María y aprender algunas cosas de ella. Pero jamás podemos considerarla como una entidad a la cual rendirle devoción y culto, como lo hace la Iglesia Católica.

Este artículo fue adaptado del canal de YouTube Cristianos al Día.

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