¡Descubre el sorprendente culto al Niño Dios en la Iglesia Católica!

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Miles de personas, especialmente militantes católicos romanos, se están congregando en una ciudad de México para rendir oraciones y alabanzas a una imponente estatua que ellos consideran como el niño Dios. La gigantesca estatua, también conocida como el niño de la paz y el bien, mide aproximadamente 4.5 metros de largo y es visitada por más de 15,000 personas cada año. Es increíble cómo se le rinden oraciones de todo el mundo. No es nada fácil, ya que este niño pesa media tonelada. Sin embargo, con el tiempo, nuestra buena fe y voluntad, podemos vestirte, santo niño de la paz, dándote la fuerza y la certeza de ser vestido como el digno príncipe que eres. Acompáñanos y permítenos vestirte como te mereces, como el príncipe que un día será Rey. ¡Un aplauso para el niñito Jesús!

Este es el resultado de la teología del catolicismo romano, donde se enseña a las personas la idolatría de las imágenes. Observemos cómo las personas se acercan a besar la estatua y a contemplar un objeto gigantesco que no tiene ningún poder y que no tiene nada que ver con Dios. Aunque es una imagen muy bonita y hermosa, nos acercaremos un poco para que la vean y la contemplen. Sin embargo, cientos de personas se reúnen para rendirle oraciones y admiración a una simple estatua que fue creada por artesanos. Precisamente dentro del catolicismo romano se enseña a considerar estas cosas como valiosas para el culto a Dios, cuando en realidad lo que hacen es abrir puertas al paganismo. Incluso sin darse cuenta, hay demonios detrás de estas cosas que supuestamente se hacen para Dios.

Ante estas imágenes, es bueno recordar lo que dice la Biblia: «Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres. Tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, pero no ven; tienen orejas, pero no oyen; tienen narices, pero no huelen; tienen manos, pero no palpan; tienen pies, pero no andan; no hablan con su garganta. Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos». Definitivamente, hoy más que nunca, es necesario predicar el Evangelio entre muchos de nuestros pueblos que están atrapados en la idolatría que ha sido enseñada durante siglos por el catolicismo romano.

Este artículo fue adaptado del contenido del canal de YouTube CristianosAlDia_.

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